lunes, 13 de mayo de 2013

ARRECIFES CORALINOS


Los arrecifes coralinos son uno de los ecosistemas más diversos en el planeta. Su gran valor ecológico, económico y cultural los ha colocado entre los ecosistemas de mayor prioridad para su conservación.

Los arrecifes son uno de los ecosistemas más vulnerables a la degradación ambiental derivada de las actividades humanas, las cuales en las últimas décadas han provocado en estos arrecifes cambios drásticos, transformaciones que de manera natural se producirían en escalas de tiempo geológicas. Otro enemigo por vencer son los procesos de erosión biológica (bioerosión) de las estructuras arrecifales, particularmente los ocasionados por esponjas perforadoras; proceso que parece acelerarse en condiciones de contaminación y estrés en el coral.

Estos fenómenos ejercen de manera directa un efecto negativo sobre las comunidades de arrecifes, y en consecuencia, ejercen presión sobre el resto de los organismos que los habitan, cuya diversidad depende de la estructura construida por los corales. Por tanto, tener una visión amplia y global de lo que ocurre en regiones habitadas por comunidades coralinas permitiría proponer alternativas de manejo y conservación de tan valiosas especies.

En la costa mexicana del Pacífico, los arrecifes de coral se presentan en aguas someras (de 0 a 25 metros de profundidad), desde el sur del golfo de California hasta Oaxaca y las Islas Revillagigedo, donde generalmente construyen estructuras de poco relieve (menos de 3 m de espesor).

Aunque los arrecifes son capaces de recuperarse de perturbaciones intensas, no pueden sobrevivir bajo disturbio crónico, ya sea natural,  o antropogénico (generado por la presencia del hombre). La recuperación, pasado un trastorno intenso que altera el entorno físico, es más lenta que cuando el disturbio daña o mata pedazos de coral, por lo que las dinámicas en las variaciones de las abundancias relativas en las comunidades de coral pueden entenderse a través de los tipos y la escala del problema y en los procesos que ocurren después.

Los arrecifes de coral son ecosistemas que han sido el motor de trabajo para muchos estudiantes de posgrado del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, cicese, como es el caso de Constanza Genoveva Moreno Viñals, quien defendió su tesis de maestría en Ciencias titulada Variación espacio temporal de las comunidades coralinas del Pacífico mexicano.

En este trabajo se abordó la biodiversidad como un indicador del funcionamiento del ecosistema, dado que la riqueza de especies es sensible a las condiciones físicas, la heterogeneidad del hábitat y otros factores basados en interacciones bióticas, dinámicas y cambiantes. Estos factores contribuyeron en la determinación de las variaciones en espacio y tiempo de las comunidades coralinas de 18 localidades ubicadas en las costas del Pacífico mexicano. La información que utilizó fue obtenida a partir de muestreos realizados entre 1998 y 2011.

Moreno Viñals y su equipo evaluó los cambios en la composición de especies de coral a nivel local, y la contribución relativa (abundancia en porcentaje) de cada una de las coberturas coralinas en 18 sitios entre eventos de muestreo.

También valoraron los cambios en la cobertura coralina total (porcentaje) y nueve índices de diversidad, utilizados comúnmente para fines de monitoreo, con el objetivo de evaluar su efectividad en la detección y cuantificación temprana de perturbaciones o disturbios. La hipótesis que probaron en esta investigación fue la siguiente: en ambientes estables, no habrá diferencias significativas en ninguno de los índices de diversidad; en cambio, en los ambientes con disturbio leve o moderado, habrá diferencias entre eventos de muestreo para estos descriptores de la comunidad.

Como medidas preventivas en la conservación, el equipo de investigadores propone que deben prohibirse cambios en el uso de suelo que promuevan la deforestación; controlar las actividades de buceo y pesca, considerando la capacidad del sistema en cualquier plan de manejo, para lo cual es indispensable continuar con el monitoreo e investigación. Por otro lado, se prevé que la frecuencia de anomalías de la temperatura aumente en la mayoría de los océanos tropicales, lo cual puede aumentar la susceptibilidad de los corales y la ocurrencia de enfermedades en ellos.

En conclusión, las comunidades coralinas del Pacífico mexicano analizadas en este estudio no presentan cambios de fase y, aunque despacio, son capaces de reponerse a disturbios locales. Además, la región del Pacífico tropical recibe influencia de las corrientes de California y las norecuatoriales que dispersan larvas en direcciones norte y sur. Sin embargo, es importante monitorear las amenazas reportadas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Conabio, para cada área marina prioritaria, con el fin de su conservación, ya que pueden convertirse en disturbios agudos de baja intensidad, que pongan en riesgo la permanencia de las comunidades coralinas.

Información obtenida en: 
http://www.informador.com.mx/tecnologia/2013/427942/6/arrecifes-coralinos-mexicanos-nuestras-selvas-en-el-mar.htm


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